Colección Leoni Suárez

La primera obra de esta colección debe haber hecho su inopinado ingreso hace unos cincuenta años aproximadamente. Sin duda se trataba de un dibujo de Zipacná de León o de un retrato hecho por Erwin Guillermo, es difícil saberlo. En ese momento no era una verdadera colección, sino que eran obras que llegaban, como regalo, por muy diversas vías, a las manos de un niño, por un cumpleaños, una festividad o como un saludo desde la lejanía. En una familia de artistas, es algo normal recibir obras en ocasiones especiales. Con el tiempo, el conjunto de esas obras se constituyó en la base de lo que ahora el público puede visitar virtualmente en el Repositorio Centroamericano de Patrimonio Cultural. En la familia de León las conversaciones a menudo giran alrededor del arte, de ahí que con los años fue aumentando el conocimiento, a menudo empírico, sobre la creación artística, su sentido, su trascendencia, su origen y su destino. Se trata de una actividad, una pasión, compartida más allá del núcleo familiar de León y que años después dio lugar a la actual Colección Leoni Suárez. Así, esta colección, hace unos veinte años, orgánicamente comienza a tomar la forma que presenta actualmente, como resultado del pasar de los años, de los diálogos continuos y del devenir de la vida y sus azares.

A menudo cuando se habla de crear una colección de arte, en particular en lo concerniente a la forma y el sentido, la recomendación es moldearla alrededor de un tema, un período, una tendencia o algún aspecto que sirva de hilo conductor. En este sentido, por ejemplo, la idea es encauzarla por senderos preestablecidos que expresen interés por ideas estéticas o por temas y obsesiones de una época, de una persona. La colección que compartimos en el Repositorio Centroamericano de Patrimonio Cultural no tiene un tema obvio, ni tampoco ha habido una intención de agregar técnicas específicas o de concentrarse en un periodo particular, más bien es producto de la vida misma y sus condicionamientos. Sí hay, en cambio, una predominancia geográfica, Guatemala, que no debe nada al azar, sino que es expresión de su formación orgánica a lo largo de los años, como fruto de vivencias, experiencias, recuerdos, vínculos y preocupaciones artísticas que no necesariamente saltan a la vista. Así su hilo conductor es el recorrido de varias vidas que dejan una impronta existencial profunda habitada por recuerdos e historias que se remontan a casi cien años de historia del arte en Centroamérica.

La mayor parte de las obras corresponden a producciones artísticas de la familia de León (Guatemala). Así esta colección está poblada por obras de Adalberto de León Soto, Jacobo Rodríguez Padilla, Zipacná de León, Iván de León y Jorge de León, pero también por artistas con los que, en mayor o menor medida, se establecieron nexos personales, artísticos o ideológicos, como René Coutelle, Guillermo Grajeda Mena, Juan Antonio Franco, Ramírez Amaya, Erwin Guillermo, Edgar Guzmán Schwarz, Jaime Ramírez, Alejandro Urrutia, Juan Manuel Sisay, Aníbal López y Carolina Guillermet.

Es importante resaltar que esta colección también es el fruto de un trabajo constante de rescate del Patrimonio Artístico Centroamericano, en particular en lo tocante al artista Jacobo Rodríguez Padilla (1922-2014), quien dejó una abundante obra que produjo en su estudio de la Résidence des artistes ¹² (55-57 rue de Montparnasse), edificio postmodernista con módulos habitacionales para artistas destacados diseñado por el arquitecto Pierre Bardet, donde vivió y trabajó durante décadas. Al morir intestado en París dejó una importante obra que, por decisión del Ministerio de Finanzas francés, fue objeto de una subasta en Drouot³, cuyos ingresos pasaron a las arcas del Estado. Durante la subasta, que tuvo lugar en noviembre de 2017, fue posible pujar presencialmente, por teléfono y por internet; como resultado, las obras quedaron distribuidas en colecciones privadas en todo el mundo. Esta subasta constituyó un momento importante en la valoración del arte centroamericano en Europa que, lamentablemente, estuvo ausente en los medios noticiosos de la región. Con respecto a las obras de este importante artista del grupo Saker-ti en la colección, contamos con obras adquiridas en vida del artista y otras, luego de la subasta, cuando algún coleccionista buscó a miembros de la familia que estuvieran interesados en mantenerlas como parte del patrimonio familiar. La colección Leoni Suárez cuenta con dieciséis obras de este magnífico artista, cuyos trabajos se encuentran sobre todo en colecciones privadas.

Considero importante referirme también a dos obras que merecen una explicación aparte. En primer lugar, del afiche del III Congreso Americano de Esperanto, que tuvo lugar en la Escuela de Filología, Lingüística y Literatura (Universidad de Costa Rica, del 12 al 17 de febrero de 1996) únicamente tenemos noticia de dos ejemplares, uno en esta colección y otro en el Esperantomuseum de la Biblioteca Nacional de Austria (Österreichische Nationalbibliothek), donde la ficha técnica correspondiente está disponible en línea, junto con una versión digital en alta resolución⁴ (Leoni de León, 1996). El dibujo del afiche, autoría de Jorge Antonio Leoni de León, fue realizado en 1995 en una computadora con el sistema operativo Windows 95, utilizando el modesto programa Paint; esto quizás lo convierte en una de las primeras obras digitales en el país en ser publicadas. El artículo de Leoni de León (2018) permite comprender un poco mejor el contexto y el sentido de esta obra.

En segundo lugar, la escultura de Miguel Ángel Asturias encarna la historia de un poético proyecto fallido. La Municipalidad de la Ciudad de Guatemala le encarga al artista Edgar Guzmán Schwarz (actualmente en Tepoztlán, México) una escultura de Miguel Ángel Asturias para un espacio público. Él presenta un detallado modelo para ser ampliado en una obra definitiva de mayores dimensiones. El costo económico del proyecto es consecuente y es necesario buscar apoyo económico de diversos sectores. La Embajada de Francia dice presente; la Municipalidad de la Ciudad de Guatemala convoca a una reunión a representantes del sector privado y al artista mismo para que explique los alcances de la obra. El día de la reunión el Maestro Édgar Guzmán Schwartz se refiere a las preocupaciones sociales de Miguel Ángel Asturias y a su fuerte compromiso político, así como la manera en que la maravillosa escultura que él había diseñado aludía también a su obra, a su vida y a diversas influencias artísticas de Miguel Ángel Asturias. Para sorpresa del Maestro Edgar Guzmán Schwartz, el proyecto fue rechazado por el sector privado, debido a que Miguel Ángel Asturias, Premio Nobel de Literatura 1967 y Premio Lenin de la Paz 1965, era comunista. El modelo estuvo un tiempo guardado hasta que el Maestro Edgar Guzmán Schwartz decidió fundir en bronce unas esculturas a partir del modelo, en un número muy limitado. Una de ellas, con pátina verde, forma parte de esta colección.

Esperamos que la inclusión de la colección Leoni Suárez en el Repositorio Centroamericano de Patrimonio Cultural permita, por un lado, acercar más al público al arte centroamericano y, por otro lado, que el estudio de la Historia y las propuestas estéticas de nuestra región se vea grandemente enriquecido.

¹ http://www.pss-archi.eu/immeubles/FR-75056-75305.html.

² https://anabf.org/pierredangle/dossiers/la-pierre-d-angle/a-montparnasse-la-maison-des-artistes.

³ https://cdn.drouot.com/d/catalogue?path=52/86307/Lucien_19112017_bd.pdf.

⁴ https://onb.digital/result/131B67FA.

Referencias

Leoni de León, Jorge Antonio. III Congreso Americano de Esperanto: 12 al 17 de febrero de 1996, San José, Costa Rica. Universidad de Costa Rica, Facultad de Letras, Escuela de Filología, Lingüística y Literatura, 1996, https://data.onb.ac.at/rep/131B67FA.

Leoni de León, Jorge Antonio. "Diccionario Elemental Español-Esperanto/Esperanto-Español". Káñina 42, n.º 3 (17 de diciembre de 2018): 31–50. http://dx.doi.org/10.15517/rk.v42i3.35694.