De un lugar común: Con la nueva exhibición de Jessica Peralta, la artista nos posiciona en la intersección entre la acción de habitar un lugar y la acción de contemplar el hábitat mismo. Con su trabajo, la artista nos plantea la salvedad de que el hábitat es indivisible de quien le habita. Este es el llamado que nos comparte Peralta: debemos pensar la producción del espacio no como un proceso li-neal, porque el lugar existe al ser habitado. Habitat y habitante, son uno y el mismo. En este caso Peralta retrata lugares que a primera vista podrían parecer comunes, nada especia-les: escenas cotidianas, barrios citadinos, en fin imágenes repletas de rutina. Por ello, podríamos hablar de estos sitios representados, cada uno como un “lugar común”. La invitación que nos plantea el trabajo de la artista, es pensar en este concepto fundamental a partir de la noción del “lugar” antropológico. Es decir, entendiendo que la importancia del espacio radica en que este es habitado y ocupado por personas que le infunden vida. Por ello, en esta serie de pinturas, el “lugar común” existe a partir de la relación indisoluble entre dos fuerzas que se transforman e influyen mutuamente: por un lado, las personas producen el espacio al habitarlo y ocuparlo, pero al mismo tiempo, el espacio influye y transforma de igual manera a las personas. De esta manera, Peralta parte de un ejercicio de representación de su lugar común habitado, a saber: su residencia de crianza en Barrio Carit, San José. Es en esta zona geográfica de Costa Rica, donde ella estudia y retrata su entorno, y lo hace en especial atención, rastreando y destilando en sus obras, el hábitat que le rodea. A su vez, los viajes fuera del país han inspirado el trabajo de la artista de manera que, la observación del espacio público y la estructura urbana de distintas ciudades han sido determinantes en su propuesta artística. En la muestra se incluyen escenas de ciudades que han sido visitadas por Peralta, como Guanajuato en México y Valparaíso, Chile. Más allá de esto, la obra de Peralta no se limita a retratar una mera geografía de su cotidianidad. La artista misma ha manifestado que su motivación tras esta serie, nace “de la inquietud por la exploración de la configuración urbana, la arquitectura, los íconos de la ciudad, el color, las texturas y los recuerdos, donde la naturaleza y el espacio construido son protagonistas”. De este modo, Peralta nos plantea que los seres humanos participamos diariamente de la transformación y producción de nuestro entorno. Nuestra presencia vital es capaz de transmutar un “lugar común”, en un lugar extraordinario. Peralta participa de este proceso, en tanto sus obras crean una serie de atmósferas sensoriales entorno a los lugares representados. Por medio de varias estrategias formales, su trabajo hace levitar en cada obra el espíritu y alma de las escenas rutinarias que escoge retratar, tales como paisajes, fauna, estatuaria urbana, mapas, entre otros. El empleo de una constante síntesis de las formas y el uso de color como presencia protagonista de cada cuadro, son vías utilizadas por la artista para mostrarnos la belleza que ella encuentra en la rutina, en el topos de lo conocido. De esto se desprende que el color sea un factor central del trabajo que Peralta nos comparte: en su paleta abunda el uso de tonos primarios potentes, cuyo peso puebla por completo cada cuadro. De alguna manera estas decisiones pictóricas engalanan y enaltecen las escenas, codifican-do por medio de la tonalidad y el pigmento, las sensaciones e identidad de cada lugar que habita o ha habitado la artista. El uso del color le permite a Peralta, realizar una destilación de la vitalidad del espacio. Incluso el empleo de algunos motivos como las líneas cortantes, las figuras geométricas, y las espirales dan cuenta de un movimiento continuo, así como de la estratificación vertiginosa que experimenta, sobretodo, el espacio urbano. Esta es una invitación para acompañar a Peralta, en esta rica y compleja reflexión en donde el topos se funde con la flora y fauna que le rodea, donde nuestras sensaciones, sueños y experiencias de vida ayudan a darle color, a lo que cualquier persona podría considerar como un lugar cualquiera, un lugar común. Sofía Vindas Solano Febrero, 2023.

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